Hospitalidad y hostilidad en el horizonte educativo

Este libro nace a partir de la preocupación por la violencia en el horizonte educativo: desde el eje de la hospitalidad/hostilidad que planteara Jacques Derrida sobre la base de los rituales griegos, indaga en las huellas de la vida escolar en estudiantes de magisterio. El enfoque considera a la lengua como depositaria de la memoria colectiva, donde el juego del significante actualiza en el presente lo que fuera reprimido por la cultura en el orden de lo impulsivo. Ana María Martín deconstruye los testimonios a la luz del lugar otorgado al alumno como otro, cuya diferencia con relación a lo esperado movilizaría mecanismos defensivos para evitar el impacto epistemológico que provoca el diferente. La autora ha indagado en las expectativas de los estudiantes relativas a su futuro, a la vez que ha explorado en las huellas del alumno o alumna que fueron, relacionando las respuestas con el desencadenamiento del acontecimiento de la violencia. Así, esta singular manera de abordar la problemática educativa, que incluye en el cogito cartesiano la perspectiva del cuerpo y de la sensibilidad, podría ser fecunda para la ampliación del espacio de hospitalidad extendiendo el pliegue posible entre posiciones dualistas para poder ver de otra manera, a sabiendas de que lo extranjero reactualizará nuestra irreductible hostilidad.