Trascendencia y sobreabundancia

¿Se puede considerar la fenomenología de la religión como filosofía primera? Edmund Husserl consideró la fenomenología como filosofía primera porque, gracias a la reducción fenomenológica, ella accede originariamente a la estructura esencial del mundo, sin prejuicios, teorías o especulaciones previas. Para él, la cuestión de Dios se plantea en el marco de una filosofía segunda, sobre la base de la teleología. Luego, el camino de la reducción siguió radicalizándose; es así como Jean-Luc Marion (igual que Bernhard Welte) considera como una segunda reducción la existencial ontológica de Martin Heidegger (al ?ser? en su diferencia con los entes y con el ?ser ahí? humano) y propone una tercera, la donación misma, como lo más originario, pues todo fenómeno está siendo dado. Entre estos fenómenos gracias a aportes de filósofos posheideggerianos? descubre algunos que ya se encuentran saturados (el acontecimiento histórico, la obra de arte, la carne, el rostro del otro), ya que la donación sobrepasa en ellos toda significación y horizonte de comprensión. Aún va más lejos, plantea la posibilidad de un fenómeno doblemente saturado: la revelación teofánica, como el fenómeno por antonomasia y el más radical. De esta manera, en todos esos fenómenos la sobreabundancia es signo de trascendencia religiosa. Desde ese status quaestionis este libro tiene por objetivo plantear la pregunta acerca de la posibilidad de considerar la fenomenología de la religión como filosofía primera y explorar algunos caminos en torno a sus respuestas.